El término inglés benchmark proviene de las
palabras bench (banquillo, mesa) y mark (marca, señal). En la acepción original
del inglés la palabra compuesta sin embargo podría traducirse como medida de
calidad.
La utilización del benchmarking se ha
circunscrito tradicionalmente en las organizaciones empresariales pero
actualmente se ha extendido a diferentes ámbitos, con las consiguientes
modificaciones de su puesta en práctica. Éste es el caso de su utilización por
administraciones públicas y agencias gubernamentales para mejorar sus procesos
y sistemas de gestión y evaluar la implementación de las actuaciones políticas,
la gestión estratégica de una ciudad, etc.
El
benchmarking es un anglicismo que, en las ciencias de la administración de
empresas, puede definirse como un proceso sistemático y continuo para evaluar
comparativamente los productos, servicios y procesos de trabajo en
organizaciones. Consiste en tomar "comparadores" o benchmarks a
aquellos productos, servicios y procesos de trabajo que pertenezcan a
organizaciones que evidencien las mejores prácticas sobre el área de interés,
con el propósito de transferir el conocimiento de las mejores prácticas y su
aplicación.
El
Benchmark es también un proceso continuo de medir productos, servicios y prácticas
contra competidores más duros o aquellas compañías reconocidas como líderes en
la industria.
EL VALOR DEL BENCHMARKING
La
importancia del benchmarking no se encuentra en la detallada mecánica de la
comparación, sino en el impacto que pueden tener estas comparaciones sobre los
comportamientos. Se puede considerar como un proceso útil de cara a lograr el
impulso necesario para realizar mejoras y cambios.
Este
proceso continuo de comparar actividades, tanto en la misma organización como
en otras empresas, lleva a encontrar la mejor; para luego intentar copiar esta
actividad generando el mayor valor agregado posible.
En
conclusión, el benchmarking es la consecuencia de una administración para la
calidad.
Cualidades
Los benchmark tienen las siguientes funcionalidades:
TIPOS DE BENCHMARKING
Benchmarking
interno: En la mayor parte de las grandes empresas con múltiples divisiones o
internacionales hay funciones similares en diferentes unidades de operación.
Una de las investigaciones de benchmarking más fácil es comparar estas
operaciones internas.
Este primer paso en las investigaciones de benchmarking
es una base excelente no sólo para descubrir diferencias de interés sino
también centrar la atención en los temas críticos, además de definir el alcance
de un estudio externo.
Benchmarking competitivo: Los competidores directos de
productos son contra quienes resulta más obvio llevar a cabo el benchmarking.
Ellos cumplirían, o deberían hacerlo, con todas las pruebas de comparabilidad.
En definitiva cualquier investigación de benchmarking debe mostrar cuales son
las ventajas y desventajas comparativas entre los competidores directos.
Benchmarking
funcional: No es necesario concentrarse únicamente en los competidores directos
de productos. Existe una gran posibilidad de identificar competidores
funcionales o líderes de la industria para utilizarlos en el benchmarking
incluso si se encuentran en industrias disímiles.
Por otra parte en este tipo
de investigación se supera el síndrome del "no fue inventado aquí"
que se encuentra frecuentemente cuando se realiza un benchmarking con la misma
industria.
Benchmarking
genérico: Algunas funciones o procesos en los negocios son las mismas con
independencia en las disimilitudes de las industrias, por ejemplo el despacho
de pedidos. El beneficio de esta forma de benchmarking, la más pura, es que se
pueden descubrir prácticas y métodos que no se implementan en la industria
propia del investigador. Este tipo de investigación tiene la posibilidad de
revelar la mejor de las mejores prácticas. El benchmarking genérico requiere de
una amplia conceptualización, pero con una comprensión cuidadosa del proceso
genérico. Es el concepto de benchmarking más difícil para obtener aceptación y
uso, pero probablemente es el que tiene mayor rendimiento a largo plazo.
¿Por qué emplear el
benchmarking?
Las organizaciones emplean
el Benchmarking con diferentes fines. Algunas posicionan el Benchmarking como
parte total de un proceso global de solución de problemas con el claro
propósito de mejorar la organización, otras posicionan el Benchmarking como un
mecanismo activo para mantenerse actualizadas en las prácticas más modernas del
negocio.
¿Qué se puede
someter al benchmarking?
En definitiva cualquier actividad que se pueda observar o medir puede
ser objeto del Benchmarking. Anteriormente, la práctica de comparaciones organizacionales
estaba un tanto limitado a áreas estructurales o relacionadas con productos,
cosas de fácil observación. Sin embargo, la experiencia con el Benchmarking ha
aumentado muchísimo las áreas potenciales para investigación. La gente suele
sorprenderse por la cantidad y la calidad de información que está disponible
para quienes se proponen encontrarla.
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